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domingo, 24 de julio de 2011

El perro de jardín

Es curioso que muchas personas me dicen, yo no tengo perro por que no tengo sitio para tenerlo.
¿No tienes sitio? ¿A que te refieres?
Si tuviera un jardín si tendría perro, podría correr, saltar, hacer sus cositas. Y como no, acabaría siendo un perro de jardín. Es decir, un perro que no sale a la calle, un perro al que no se le da la oportunidad de conocer el mundo mas allá de una valla y lo que es mas importante, un perro que no se relaciona con otros seres de su especie. 


Luego su propietario te dice que el perro no para de destrozar el jardín, que roba ropa del tendedero para que le persigas y así le prestes algo de atención. O que cuando llega visita se pone muy pesado y que en las visitas al veterinario, cuando ve a otros perros se los quiere comer por no haberse relacionado antes con otros ángeles de cuatro patas.
Todo lo escrito hasta ahora esta muy resumido. Con problemas de estos, podríamos llenar hojas de papel enteras.


Volvemos a los ejercicios de empatía que tanto me gustan y os pondré un gran ejemplo.


Digamos que nos adopta una familia con mucho dinero, el jardín de su casa es como Disney World. Algo que gusta a niños y no tan niños. Pero a este parque temático solo tienes acceso tú y los trabajadores del parque. Un hombre disfrazado de Mickey Mouse,otro disfrazado del perro Pluto, pato Donalds y así todos los personajes Disney. Que bonito cuanta diversión, cuantas atracciones a las que subirte y disfrutar, cuantos restaurantes en los que comer hamburguesas..... Y así todo lo que podamos hacer en Disney World.


Nos lo pasaríamos genial durante unas dos semanas, pero poco a poco lo que nos parecía muy divertido en un principio se convierte en rutina y en un gran aburrimiento. Imaginaros toda la vida que nos quedara por delante encerrados en un parque lleno de atracciones y personas disfrazadas. Un gran agobio y una futura depresión. Estaríamos deseando escaparnos.


Con esto solo quiero que os imaginéis como puede ser la vida de un perrete que no sale de su jardín ( de nuestro jardín). También conozco casos en los que me dicen: El perro se escapa, tengo que tenerlo atado todo el día (una forma de maltrato constante) por que ha aprendido a saltar la vaya o a echo un agujero en una esquina de la parcela y se larga. ¿ Que puedo hacer?


No estaría mal, que llegados a este punto, del cual somos totalmente responsables, le pusieras el ``chip identificatorio´´ a tu perro y ademas una plaquita con su nombre y tu teléfono por si algún día sucede algún accidente del que seremos responsables como propietario o que si lo encuentra alguien puedan localizarte como dueño y recuperar a tu perro. De todas maneras hemos enseñado al perro a salir a pasear inconscientemente. El perro necesita salir y si no lo sacas el se busca la vida, necesita relacionarse y oler las tarjetas de visita de otros perros del barrio o urbanización.


Cuando decidimos tener un perro debemos ser responsables y cubrir todas sus necesidades. Estas no son solo ponerle comida, agua y darle cariño. También son necesidades básicas los paseos, a poder ser por lugares ricos en olores, osea, la montaña, bosque o una zona por donde paseen perros frecuentemente o zonas con contenedores de basura, ¿que nos da asco que los huela? si el los huele es por que le gusta, mucho asco no le debe dar cuando lo hace, solo deberíamos controlar que no coma comida y esto lo conseguimos siendo pro-activos, es decir anticipándonos con nuestra vista y divisar los posibles desperdicios que pueda comer. También es muy importante que pueda relacionarse con otros perros, eso sí, mientras los dejemos ser perros.


La cuestión es que un perro vive mejor en un piso, por muy pequeño que sea el piso e independientemente del tamaño del perro, mientras tenga sus necesidades básicas cubiertas. Esto implica que salga tres veces al día, con una duración por paseo de unos 20 o 40 minutos y que los dejemos ser perros.


Si tienes un jardín sera un gran desahogo para ti y para tu compañero canino, pero debemos sacarlo a pasear y compartir el paseo con el.


No permitas que tu perro se convierta en el conocido perro de jardín.

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